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Mis servicios de desarrollo personal

Mi trabajo está basado en la terapia Gestalt, una palabra alemana que puede traducirse por “forma” o “todo”.

Fue desarrollada por Fritz Perls, Laura Perls y Paul Goodman en los años 40, como una alternativa al psicoanálisis tradicional.

    ¿Qué es la terapia Gestalt?

    Se trata de un método integrador con conceptos y herramientas muy accesibles, destinados a deshacer aquellos nudos y bloqueos que te puedan llegar a surgir tanto en tu vida personal como profesional, así como en tu entorno familiar.

    Supone una aproximación existencial y humanista con el fin de entender qué implica ser humano, ser persona. Considera a la persona una totalidad de mente, cuerpo, emociones y espíritu que experimenta la realidad de una forma única.

    El "para qué"

    El objetivo de la terapia Gestalt es permitir a las personas vivir una vida flexible y creativa, libre de aquellos pilotos automáticos, que pueden reducir el crecimiento de uno mismo y una sensación de satisfacción en sus vidas. La terapia Gestalt también fomenta la responsabilidad de la persona a través de aumentar la conciencia de sí mismo en relación con estos patrones fijos.

    Conceptos clave de la terapia Gestalt

    EL AQUÍ Y EL AHORA

    Con orígenes en el budismo Zen, la terapia Gestalt enseña la importancia de estar presente en el aquí y ahora. A través de este proceso, emerge la conciencia.

    EL QUÉ Y EL CÓMO

    La terapia Gestalt se centra en el proceso (lo que está sucediendo) en lugar de contenido (lo que se está hablando). El énfasis está en el hacer, pensar y sentir en el momento actual, frente a lo que se hizo, se pensó y se sintió en el allá y entonces.

    TÚ Y YO

    Sólo es posible conocernos a nosotros mismos en relación con el otro. En la terapia Gestalt son fundamentales la presencia auténtica del terapeuta, creando condiciones para el diálogo. El vínculo terapéutico es sanador en si mismo.

    ¿Cómo es una sesión?

    A lo largo de los 50-60 minutos que dura una sesión, se trabaja esencialmente con la experiencia presente del cliente, valiéndose de la palabra, aunque también, si el proceso lo requiere, pueden proponerse el uso de otras técnicas (dibujo, role playing…).

    La frecuencia de las sesiones es, por lo general, de una vez por semana. El número de sesiones requerido no es fijo: será la evolución del proceso la que vaya determinando su duración.

    El formato puede ser presencial y online, a través de la plataforma Zoom.

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